Distribución funcional de la cocina

La distribución funcional es un punto importante a la hora de diseñar su cocina. Es por eso que debe primar una disposición lógica de los elementos, muebles y electrodomésticos.

La cocina consta de tres áreas diferenciadas, lo que en diseño se llama triangulo de trabajo, un área que integra y desde donde se accede fácilmente a las tres zonas más importantes de la cocina:

– la zona de preparación de los alimentos

– la zona de cocción

– la zona de lavado

En cada una de las zonas se debe colocar el equipamiento correspondiente.

Zona de preparación de los alimentos

Dentro de la cocina debe situarse un espacio de mesada, amplio y despejado, ubicado entre las zonas de lavado (pileta) y de cocción (cocina y horno), organizado para la preparación de los alimentos. Se debe poder acceder rápidamente a las demás áreas, con buena movilidad y accesorios a mano.

El material de la mesada debe poder soportar altas temperaturas, líquidos, golpes y pesos. Los mejores materiales son el acero inoxidable y el granito.

Conviene reservar un lugar para los electrodomésticos y disponer allí varios enchufes. La altura cómoda ideal de la mesada es de entre 5 y 10 cm. por debajo del codo flexionado, o es el marcado por la altura de la cocina.

La zona de cocción

Incluye las hornallas o anafe, el horno y también el horno microondas.

Las clásicas cocinas con horno integrado son una opción útil para ganar espacio y además son más económicas.

Toda zona de cocción requiere también un sistema de extracción. Estos extractores funcionan mejor si son colocados con salida al exterior. Para las islas centrales hay que colocar un extractor o campana de mayor potencia.

Por último, un buen diseño de la zona de cocción requiere de un espacio mínimo de mesada, junto a la cocina, horno o anafe, con una superficie ignifuga y resistente al calor para apoyar ollas y/o elementos calientes sin problemas.

Es imprescindible dejar una zona de trabajo de unos 40 cm a cada lado de la placa de cocción.

Zona de lavado

En la zona de aguas es conveniente tener un buen espacio para trabajar. La mejor opción es que  se coloque junto a la ventana y se reserve unos 60 cm. a cada lado del fregadero, siempre a una distancia no inferior a 60 cm. de la zona de fuegos.

La elección y ubicación de la pileta es la prioridad en el diseño. Puede tratarse de una pileta única o de un diseño con varias bachas integradas.

La altura ideal de la pileta des de 5 cm debajo del codo flexionado. En el caso de lavado de vajilla, debe haber unos 60 cm de mesada adicional al costado de la bacha para el secador o bien disponerlo encima de la pileta, a la altura de nuestra vista.

De utilizar un lavavajillas, debe estar preferentemente cerca de la zona de lavado.

La armonía de tres áreas diferenciadas, o triangulo de trabajo, permite integrar las zonas más importantes de la cocina.